La espiral primordial es el mundo manifestado, mientras Akasha es lo no manifestado, o sí el vacío. Toda la realidad es una interacción entre estas dos cosas, Yang y Yin, o la conciencia y la materia. La espiral ha sido a menudo representado por la serpiente, la corriente descendente, mientras que el pájaro o flor de loto ha representado a las antiguas tradiciones actuales hacia arriba o transcendence. Esto enseña que un ser humano puede convertirse en un puente que se extiende desde el exterior hacia el interior, de burdo a lo sutil, desde los chakras inferiores a los chakras superiores. Para equilibrar el interior y el exterior es lo que el Buda llamó el camino del medio, o lo que Aristóteles llama el medio de oro. Puede ser ese puente. El pleno despertar de la conciencia humana y la energía es el derecho de nacimiento de cada persona en el planeta. En la sociedad actual hemos perdido el equilibrio entre lo interno y lo externo. Estamos tan distraídos por el mundo externo de la forma, pensamientos e ideas, que ya no damos tiempo para conectar con nuestro mundo interior, el reino de los cielos que está dentro.
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